El partido de ida entre Necaxa y Tigres en los cuartos de final del Clausura 2025 de la Liga MX dejó sensaciones encontradas en ambas aficiones. A pesar de las expectativas de un encuentro vibrante y con goles, el marcador final fue de 0-0, un resultado que mantiene abierta la eliminatoria y que pone toda la presión en el partido de vuelta que se disputará en el Estadio Universitario de Nuevo León. Los Rayos salieron con una estrategia ofensiva desde el primer minuto, tratando de aprovechar su condición de local, mientras que los felinos mantuvieron su estilo de juego equilibrado y compacto, apostando a la paciencia y al desgaste físico de su rival.
Desde el inicio del encuentro, Necaxa tomó la iniciativa con ataques rápidos y movimientos coordinados por parte de Agustín Palavecino y Pavel Pérez, quienes intentaron sorprender con disparos de media distancia. La afición rojiblanca se mostró entusiasta y apoyó a su equipo con cánticos y gritos de aliento, confiando en que los dirigidos por su entrenador encontrarían el camino para abrir el marcador. Sin embargo, la defensa de Tigres, liderada por Guido Pizarro y Samir Caetano, se mantuvo firme y logró contener los embates del conjunto hidrocálido. Diber Cambindo tuvo una oportunidad clara en el área tras un centro preciso, pero su remate salió desviado, dejando escapar una de las mejores opciones para los locales en el primer tiempo.

El arquero de Tigres, Nahuel Guzmán, tuvo una actuación destacada, mostrando reflejos impresionantes ante los intentos de los atacantes necaxistas. En varias ocasiones, Guzmán logró evitar que el balón cruzara la línea de gol con atajadas espectaculares que fueron clave para mantener el empate. La solidez del guardameta argentino frustró los intentos de Necaxa por adelantarse en el marcador y permitió que Tigres se mantuviera con opciones de tomar control del encuentro en la segunda mitad.
Con el inicio del segundo tiempo, Tigres mostró una mejor versión de su juego, equilibrando la posesión y generando más peligro en el área rival. Diego Lainez y Ozziel Herrera tomaron protagonismo, acelerando los ataques y buscando espacios en la defensa necaxista. En varias oportunidades, Tigres logró acercarse con peligro, pero la intervención de Ezequiel Unsain bajo los tres palos evitó que el equipo visitante lograra anotar. La desesperación comenzó a notarse en ambos equipos, y el partido se tornó más físico y táctico, con constantes interrupciones y faltas estratégicas que evitaron transiciones rápidas.

A medida que el tiempo avanzaba, los dos equipos intentaron encontrar el gol que les diera ventaja para el partido de vuelta. Los cambios realizados por ambos entrenadores no lograron marcar una diferencia significativa en el ritmo de juego, y el empate sin goles fue inevitable. Para Tigres, el resultado es favorable en cierta medida, ya que jugará la vuelta en casa, donde buscará imponer su jerarquía y aprovechar el apoyo de su afición en el Estadio Universitario. Necaxa, por su parte, sabe que está obligado a ganar si quiere mantenerse en la lucha por el título, lo que significa que deberá plantear una estrategia aún más agresiva en el próximo encuentro.
El partido de vuelta promete emociones intensas y un desenlace vibrante, ya que ambos equipos cuentan con calidad suficiente para marcar la diferencia. Mientras Tigres tiene la ventaja de jugar en casa y de cerrar la serie en su territorio, Necaxa no tiene margen de error y deberá arriesgar para superar a los felinos.