Por Raúl Martínez
Totalmente motivada y amando de nuevo el basquetbol, Karla Martínez confirma que está en su mejor momento luego de varios años, su llegada a Portugal fue la mejor decisión que tomó para darse cuenta de lo que es capaz.
La jugadora de Guifoes habló sobre el desafío que ha sido el basquetbol europeo, el cambio de cultura de un país y su desarrollo en la duela.

Una entusiasmada Karla Martínez nos habló de su llegada al Club Guifoes en el que ha destaco con grande actuaciones, “Nerviosa por debutar como profesional en una liga de primera división, yo venía de una lesión de rodilla, desde el día uno sentí una gran amistad y unión familiar por parte de todo el equipo”, explicó.
“El coach me ha dado mucha confianza, que yo sentía que en algún momento había perdido hasta cierto punto, es un basquetbol diferente a comparación del colegial de Estados Unidos o en México, acá una cátedra totalmente nueva, pero me encanta, me volví a enamorar del deporte, las cosas se han dado, he sentido que he mejorado mi juego, en general me he sentido muy bien, necesita este shock de motivación”, aseguró.

El cambio de un país será siempre una incertidumbre, el idioma, la cultura y la alimentación te llevarán a salir de tu zona de confort, “Ha sido difícil, el idioma ha sido diferente, nadie habla inglés y todo lo hago con señas, para mi es una prueba personal pero estoy agradecida en cómo se han dado las cosas, y en lo anímico estoy muy bien, esto se debe a los entrenadores, directivos y mis compañeras”.
“El círculo social que me ha rodeado me ha facilitado muchas cosas, al llegar al profesional hay muchas responsabilidades y obligaciones que uno no se da cuenta cuando juega a nivel juvenil o colegial. Tu trabajo depende de tus actuaciones, venía a demostrarme a mi misma de lo que podía hacer internacionalmente”, externó.

Karla Martínez describe la liga portuguesa de baloncesto como retante, “Hay equipos demasiados buenos, acá me estoy enfrentando a jugadoras de selección de Portugal que juegan en Eurocopa, mundiales FIBA que son de la selección mayor, hay mucha gente extranjera, las africanas con un físico increíble, y me he dado cuenta que me faltan muchas cosas por mejorar, pero es lo padre, si nunca sales de tu zona de confort cómo vas a saber lo que te falta por mejorar. Me he dado cuenta dónde me encuentro”, indicó.
Finalmente Karla comentó que el mayor aprendizaje en la Liga de Portugal fue, “Definitivamente la paciencia, tuve confiar en el trabajo que venía haciendo hace mucho tiempo y enfocándome lo que yo podía controlar, siento que ese trabajo se vio reflejado y no hubo otra manera que ser paciente y disfrutar del presente”.