La Selección Mexicana cerró su preparación rumbo a la Copa Oro 2025 con un trabajado triunfo por 1-0 ante Turquía, en un partido amistoso disputado en el Kenan Memorial Stadium de Carolina del Norte. A pesar de la falta de contundencia en algunos momentos, el equipo de Javier Aguirre mostró solidez defensiva y mejor circulación de balón, aspectos claves de cara a su debut en el torneo regional.
Desde el silbatazo inicial, México intentó imponer condiciones con una propuesta ofensiva basada en la movilidad de sus mediocampistas y el juego por las bandas. Orbelín Pineda, quien arrancó como titular, fue el encargado de romper el cero al minuto 28, tras una gran jugada colectiva en la que Uriel Antuna desbordó por derecha y envió un centro raso que Pineda empujó con precisión dentro del área.
Con la ventaja en el marcador, México apostó por el control del balón y una presión alta que dificultó los intentos de Turquía por generar peligro. Sin embargo, el equipo europeo logró equilibrar las acciones en la segunda mitad, exigiendo a la defensa mexicana con disparos desde fuera del área y jugadas a balón parado.
Uno de los puntos clave del partido fue la actuación del arquero Luis Malagón, quien tuvo varias intervenciones destacadas para mantener el arco en cero. En los últimos minutos del partido, Turquía se lanzó al ataque con mayor intensidad, obligando a Malagón a emplearse a fondo con atajadas que evitaron el empate.
Además de la solidez defensiva, el mediocampo mexicano, liderado por Edson Álvarez y Luis Chávez, fue fundamental para mantener el equilibrio entre ataque y defensa. La dupla recuperó balones importantes y distribuyó juego con criterio, permitiendo a México controlar el ritmo del partido.